lunes, 10 de septiembre de 2012

Narcisos: Flores en jardines naturales, soles del corazón

Narcisos. Flores en jardines naturales. Soles del corazón. Amarillo es color de los locos. Lo más alejado a la desazón. Tierra de nadie, ciudad de todos. Lucha por una misma comunión. Juntar nuestras manos, nuestra propia consagración. Había andado por senderos espesos, donde sus pasos se hacían lentos no por su velocidad, sino por la frondosidad del bosque. Pero bien distinto era este momento, donde la luz era su guía y ninguna mala hierba podría enrredar sus piernas. Había luchado, andado, caído, reído, llorado, había creído no poder salir de aquel tunel sin luz al fondo, pero ahora, podía ver el sol en su corazón, la luz en los narcisos que poblaban las calles, el alma en las plantas inadvertidas por el ojo humano. Continuaba sola, pero agarraba la mano de alguien a quien amaba, de aquel hombre que le cuidaba, le hacía sentir mujer, y la ponía en contacto con otro mundo. Los sueños nunca tienen porque dejar de ser reales siempre que el corazón siga creyendo en ellos. Es el espíritu el que nos llena el pecho de esperanza y fe en que el mundo sea justo. Y es en nuestra mano que lo que nos rodea se convierta en justo, en lógico, la unión entre las tierras y las personas. Seguía sentado esperando su momento, había trabajado mucho por conseguir llegar a donde estaba, y lucharía mucho más por llegar a un nivel más. Un pasito más hacia un futuro mejor.

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